En 1972, Carlos B, con 25 años, era ingeniero de COMA (Compañía Metropolitana de Agua Potable de Buenos Aires). Tenía un buen salario y casi total estabilidad laboral. Según el plan de carrera, era Ingeniero Titular, conocido internamente como "gê-zero", el "top" de la empresa. En la práctica, esto significaba que a los 50 años se retiraría con un salario completo, un plan de salud y otros privilegios.
A finales de 1973, COMA, que ya era grande, se fusionó con SANE, FESA y SABA, resultando en AEBA, una empresa con más de 5,000 empleados directos y unos 10,000 subcontratados, como se dice aquí, abarcando toda la provincia.
Muy joven y sin el espíritu para acomodarse en una empresa del Estado, en 1977, a los 30 años, Carlos aceptó una invitación profesional que le pareció intrigante. Renunció. No le dieron el derecho a una licencia sin sueldo, pero tardaron unos seis meses en finalizar/aceptar su renuncia.
Recientemente, por motivos profesionales, Carlos fue a visitar a un director de AEBA en la sede. Al entrar, subiendo la rampa que había subido tantas veces hace tanto tiempo, se emocionó un poco, pero pronto llegó la secretaria del director para guiarlo a su oficina.
En el camino, notó que mucha gente aparecía para verlo, como si fuera una celebridad... Le pareció extraño, pero siguió adelante. Mientras esperaba ser atendido, continuaba con la impresión de que casi todos lo estaban observando con curiosidad, e incluso personas de otros pisos aparecían para echar un vistazo.
Fue al baño, verificó si todo estaba bien con su imagen, incluso checó la cremallera, para asegurarse de que estuviera cerrada, pero no notó nada diferente.
Al comenzar la reunión, intrigado por el movimiento de gente que venía a mirarlo, terminó preguntando al director:
_ Che, ¿todo bien?
_ Sí, ¿por qué?
_ Es que tengo la impresión de que todos me están mirando y hasta vienen a mirarme, a verme, como si fuera una persona pública, un artista conocido, un político famoso, un medallista olímpico, no sé...
_ No te preocupes, Carlos, creo que sé lo que pasa. No venís por acá hace muchos años, pero la empresa cumple 50 años este mes y han estado haciendo unos relevamientos para las celebraciones. Se descubrió que en estos 50 años pasaron más de 500 ingenieros titulares (G-0), pero solo cuatro pidieron renuncia, y vos sos uno de ellos. Los otros fueron un tal Pacheco, el Zing (que ya falleció), el Hernández y el Yada. El tema no va a ser divulgado, pero circuló que hoy venía uno de ellos: vos.
_ No te lo tomes a mall, mirá el lado positivo: ¡ahora sos una leyenda!
Miguel Fernández y Fernández, ingeniero y cronista-narrador
Texto con 2,642 caracteres, Ra, sep2024.
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